Joven para sentirse realizado y feliz no basta la realización económica, profesional, deportiva, financiera, artística y erótica. La paz y la felicidad profundas de la psicología humana requieren haber saciado, el hambre de sentido de vida; requieren realizarse como personas.Por eso las estrellas, los magnates, los poderosos, los triunfadores de este mundo, los que tienen todo a pedir de boca, pero carecen de una pasión noble por la cual luchar, de un sentido generoso por el cual vivir, sienten en lo profundo de si mismos un hambre roedora.
Es la gran desdicha de los “dichosos” que viven en la superficialidad. Quien vive vanamente aunque parezca feliz, es profundamente desgraciado. Esta felicidad falsa le conduce al aburrimiento, a la insatisfacción, el desencanto, el hastío, la desgana.
Con frecuencia esa insatisfacción de la propia vida se la intenta calmar con el consumismo, convirtiéndolo en una droga que adormece por un tiempo, pero que al final no ayuda a alcanzar la verdadera felicidad.
Joven tu no estas hecho para contentarte con falsas y fugases felicidades, pues Dios te ofrece su propia felicidad y cariño por lo tanto no te Conformes con “Pedazos de vida”, sino que descubre como criatura de perfección, inteligencia y habilidad, dejando atrás la vanidad y superficialidad caminemos hacia la autentica felicidad.
Siempre se ha dicho que la juventud es la etapa de la vida humana en la que todo es esperanza.
Los jóvenes de hoy son la esperanza del mañana. La esperanza es ver una juventud luchadora, entregada, ilusionada por lograr un mundo donde reinen el amor, la paz y la justicia.
Que ninguno tenga en poco tu juventud,
sino sé ejemplo de todos…

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