Por: Ulises Oyarzun
Quiero confesar que la idea de este artículo no es 100% mía, es más, el título lo tome de un amigo que me dijo haber predicado algo similar en algún momento de su ministerio.
Pero quise reproducir o masterizar su idea y plasmarla en este artículo.
Este es un trabajo subjetivo, no soy un santo, pero tampoco soy tan malo como para creerme el diablo, pero de todos modos hagamos un esfuerzo por imaginar a don "Luci" presentar cuáles serían sus pautas de trabajo si le pidiéramos que ocupara un lugar en el liderazgo de la iglesia.
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