Fuente: http://www.noticiascristianas.org
Un estudio de la Universidad Brigham Young, publicado por el «Journal of Drugs Issues» demuestra el beneficio social que se obtiene al tener convicciones y valores religiosos. Según el estudio con creencias, los jóvenes abusan mucho menos del alcohol, el tabaco y las drogas. Stephen Bahr, uno de los autores del estudio, recalca que «no importa cuál sea la denominación religiosa concreta, hay un efecto independiente: los jóvenes religiosos tienen menos riesgo de drogarse, incluso si sus amigos sí lo hacen».
«Después de analizar las características de las familias y del grupo de amigos, no importa cuál sea la denominación religiosa concreta, hay un efecto independiente: los jóvenes religiosos tienen menos riesgo de drogarse, incluso si sus amigos sí lo hacen», concluye Stephen Bahr, uno de los autores de la investigación. John Hoffman, el otro autor del estudio, explica que la espiritualidad y la comunidad religiosa aportan un suplemento a la influencia de los padres. «Los padres no deberían forzarlo, pero pueden incentivar la espiritualidad y religiosidad en sus familias, que en sí misma será una influencia positiva en la vida de sus hijos», dice Hoffman.
ESQUIVANDO LAS MODAS CON VALORES SÓLIDOS Los sociólogos distinguen entre las drogas fuertes e ilegales, como la cocaína y la heroína, y las legales y el hachís. Fumar tabaco, marihuana y emborracharse está muy tolerado por la sociedad juvenil. Es aquí donde la creencia religiosa defiende al joven creyente: «No me importa si está de moda y todos lo hacen; yo no», dicen estos jóvenes.
Leer más >>>
Publicar un comentario